LA GENERACION DEL PSA
No es que sea el chocolate del loro pero sí el de la cacatúa. Las últimas restricciones, ratificadas por decreto, sobre la sanidad han hecho especial pupa en todo lo referente a los medicamentos. ¿Qué la gente se medica mucho?. Sería un tema debatible. ¿Qué hay médicos que por complacencia o temor prescriben a solicitud del enfermo?. Puede que sí.
Pero lo importante es la cantidad de pruebas que el enfermo imaginario solicita, casi siempre, como agravio comparativo del vecino. Así, una molesta, pero simple cefalea, no sólo ya va diagnosticada por el sufriente sino que exige, por parte de éste, se le practique una Tomografía Axial Computerizada por si aparece alguna manchita en el cerebro.
El Doctor Google tiene mucho que ver con esto. También es cierto que los galenos quieren tener cada vez más pruebas complementarias que los exoneren del fonendoscopio y del ojo clínico. Los análisis clínicos son ya el pan de cada día y el paciente varón, enteradillo y master sanitario por la Universidad de Youtube, suele decir:
-¿No me ha puesto el PSA, para ver si hay algo de próstata?
La mejor forma de disuadirlo es devolverlo al especialista sugiriéndole que antes le hagan un tacto rectal. Huyen despavoridos y se mean por las patas abajo, señal inequívoca de que la próstata les funciona a la perfección.
Además si la Seguridad Social tiene una infraestructura informática perfecta y gigantesca es muy fácil localizar el historial del enfermo y comprobar que ya se ha hecho dos TAC y solicitado tres PET y dos resonancias. Se le dice entonces:
-Le puedo enviar a TPS
-¿….?
-A tomar por saco
.
0 comentarios