SER GRACIOSO O CAER EN GRACIA
Fernando Savater, en un artículo publicado en “El País”, recrimina que la jueza Ángela Murillo haya hablado coloquialmente sobre el etarra Otegui, diciendo, entre otras llanezas: “Por mí como si se harta de vino”.
En otro orden, pero dentro del ámbito judicial, mi admirado juez Emilio Calatayud tiene, éxitosamente, invadido Internet con sus charlas, artículos y opiniones.
Amén de su valía profesional, esta invasión mediática, le debe mucho, al tono coloquial que emplea, similar al usado por su compañera Ángela y recriminado no sólo por el filósofo vasco.
En el ámbito periodístico al humorista Manu Sánchez, que tiene su gracia y, aun sevillano, es un chirigotero de mucho cuidado, lo ponen a parir en diversas críticas de TV que he leído, por vulgar, soez y demasiado “divulgativo”.
Sin embargo algún que otro periodista, supongamos que hablamos, de Sánchez Dragó, si dice de alguien que se vaya al carajo se le aplaude y se le ríe la gracia. Y tanto el citado articulista, como en el que piensan ustedes también, escriben en medios que no se caracterizan por su progresismo.
¿Y “Los Morancos”?
Volvamos al refranero: no es lo mismo ser gracioso, aunque de verdad se sea, que caer en gracia aunque a algunos el malage le salga por los poros.
¡La vida…!
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antonio -