NECROILÓGICAS
Como afanoso lector de periódicos y admirador de Cela y Carandell mis ojos buscan con avidez palabras y nombres raros. Términos o patronímicos usados, quizás, tan sólo en determinados lugares del ámbito español.
En esta afición destaca la de los apellidos. Algunos, muy frecuentes, no tienen mayor historia como los que determinan determinados oficios: Herrero o Zapatero.
Otros, dicen que costumbre judía, atañen a plantas o árboles: Perales o Junco. En otro nivel, existen algunos realmente curiosos como el apellido Achaques.
¿De dónde provienen los Achaques?. Cualquiera que no supiera el contexto de esta sección: NECROILÓGICAS que inauguro en mi blog, diría que los achaques provienen de la edad. Pues no. Los Achaques, que también son un apellido, provienen del pueblo madrileño de Azjalvir.
Esto, siendo curioso, lo es más cuando sabemos de problemas que se han producido en algunas familias en cuanto a los entronques. Pongamos como ejemplo el apellido Cabeza que, como Oreja, no tiene mayor relevancia pero que si lo unimos a otro frecuente y normal como Grande enfatiza jocosamente el apellido completo del fruto de un matrimonio. No es igual Oreja López que Oreja Grande
Voy a tratar el tema respetuosamente y con tan sólo la pizca de humor que tanto necesitamos, incluso más en los casos obituarios.
No crean, además, que los poseedores de un apellido inusual tienen el más mínimo complejo. Tengo un amigo que se apellida Poyón. Una vez le sugerí la posibilidad de cambiarlo y me contestó airado:
-¿Cambiar los Poyones de toda la vida?
Pues eso.
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2 comentarios
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ISABEL -