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`` DIGO YO...´´ Blog de Pedro Caballero-Infante Perales

GASES NOBLES

GASES NOBLES

 

 

 

         A Don José cuando lo cogen con el “pescao ajumao”, porque está hartito de coles, alguien puede encontrarse, cosa inusual, con una contestación ácida o excesivamente mordaz. Hay una paciente especialmente pesada que a pesar del diálogo pertinaz y repetitivo no deja, sin mala intención, de “provocarlo”. Se medica por prescripción facultativa relativamente poco y con tratamientos medidos y eficaces. No obstante:

 -¡Que digo yo si no me estropeará el estógamo!

 -Si se lo toma usted con el envase…¡seguro que sí!.

Esto es algo excepcional en el boticario que por el contrario, esté como esté anímicamente, responde profesionalmente a la pregunta más reiterada del personal:

-¿Y esto cómo y cuándo me lo tengo que tomá?

El farmacéutico tiene bien sabido que la confianza personal que sus pacientes depositan en él está en proporción inversa a la que tienen con su médico; de ahí que acepte el papel de consejero sanitario y para más detalle le escriba, a muchos, la posología en el envase. Hay veces que las consabidas: cada ocho horas ha de sustituirlas por D/A/C: iniciales de desayuno, almuerzo y cena.

Cuando se da este caso Don José se queda intranquilo porque las referencias gastronómicas no son medidas exactas. Hay quien, por ejemplo, desayuna a las seis y almuerza a las cuatro con lo cual la pauta de ocho horas queda rebasada. Pero hay otra cuestión que al boticario le preocupa en su constante labor de Atención Farmacéutica; no todos los medicamentos han de tomarse durante la ingesta de alimentos sino que algunos han de hacerse en ayunas y lo que es peor y poca gente conoce: hay fármacos que están contraindicados con algún tipo de alimento

-¿Y eso como va a sé?

-Pues, por ejemplo, algunos antiácidos que contengan sales de aluminio o magnesio han de tomarse en ayunas o bastante después de haber comido

-¡Qué barbariá que tiempo estamo viviendo!

-Hay determinados antibióticos que tomados con leche quedan inactivados porque los productos lácteos forman precipitados insolubles que impiden su absorción intestinal

-Pó precisamente hoy traigo yo una reseta pá mi marío con una cosa mu complicá

Don José mira la prescripción y sólo observa en ella un medicamento bastante común que tiene como acción paliar la flatulencia. Pero como le habla de algo complicado le pregunta:

-¿Qué le han diagnosticado a su marido?

-Le ha dicho la méico que tiene susio er condustó fugitivo

Una vez más Don José ha de controlar la risa y no contagiarse de las carcajadas del personal

-Será que tiene flatulencia

-¿La qué?

-El meteorismo, la aerofagia

-Pó como siga usté así me voy a enterá por las que jilan

-Para los gases… mujer

-¿Y se lo tiene que tomá antes o después del armuerso?

Carmela, que conoce al paciente y a su señora, le dice sin reparar en las consecuencias:

-Eso dá iguá. Lo que no se tiene que tomá son las perolá de chícharo que tú le pone. Que se oyen los peo desde er corredó.

                                                               

 

2 comentarios

Emilio -

Me he reido de una forma muy especial con el artículo " Gases nobles". Leo con agrado, algo que no sabía: la importancia de los alimentos combinados con la medicación. Esta forma de hacer sanidad divulgativa y jocosa es algo que agradezco, sobre todo por lo inusual.
No me extraña, con este humor que la vida te ha dado, el que te comas muchas roscas aunque los de Sitel se enteren. Enhorabuena.

Arturo -

Da igual que intentes imitar a Antonio Burgos, no te sale ni parecido, esto es lamentable, ayer nos castigas con tu "presunta" quedada para echar un polvo y hoy te despachas con un chiste de peos y caca!!!! ¿porqué no vas a que te miren las neuronas?